lunes, 19 de octubre de 2009

¿Que es la nada?

Perdimos el Rumbo?.

Hablar Paja.!!

Los vicios llegan de manera temporal a visitarnos y terminan alojándose como dueños.








A propósito de tantos cambios, reformas de leyes, dictámenes de decretos y la cacareada participación ciudadana que nos ha puesto a la orden la mayor cantidad de elecciones que conozca la historia venezolana en el menor tiempo, vale la pena hablar de Anarquía. La Anarquía, en términos simples, designa una situación política o social en la que ningún individuo ejerce poder o autoridad alguna sobre otros. Las connotaciones de la palabra varían drásticamente según se considere esta ausencia de autoridad: bien como un ideal deseable, bien como un caos a evitar.(http://es.wikipedia.org/wiki/Anarqu%C3%ADa) como ideal deseable, requeriría de una educación integral para formar ciudadanos con valores, capaces de conducirse de manera equilibrada ejerciendo su libertad sin poner en peligro la libertad del prójimo. No obstante, ese no es el caso que nos ocupa en estas breves líneas. Por el contrario, vale la pena hablar de anarquía porque estamos ante la presencia de un caos en aumento. Todos los gobernantes están facultados por la ley para gobernar, pero se esmeran en demostrar que no tienen la menor idea de cómo hacerlo y para comprobarlo basta con ver cómo se deteriora cada día la calidad de vida del ciudadano común. Esto no tiene que ver con el ingreso, sino con la nueva forma de vida que hemos tenido que adoptar.Ya es normal encontrar profesionales ubicados en áreas diametralmente opuestas a su preparación académica, dando como resultado obras inconclusas, o concluidas pero inoperantes. Además de eso, desde hace un tiempo gozamos de una innovación en lo que a excusas se refiere, y es curioso ver como todas las actividades conocidas en nuestra sociedad tienen actividades alternativas. De esa forma, cualquier disparate que se le ocurra a alguien con un mínimo de poder, o cualquier evento, para el que la solución no este a la vista; la opción es llamarle alternativo y asunto resuelto. Mientras tanto, las calamidades se han instalado en todas las ciudades del país. Pero lo realmente sorprendente, son las respuestas de las autoridades: “tengan paciencia”; “eso es obra del gobierno anterior”; “los culpables son los medios de comunicación”; “es una conspiración”; “todo esta normal”, y frases por el estilo, nos describen a quienes tienen en sus manos las riendas de este hermoso país. ¿Que diría Confucio al respecto? “Detesto a los que plagian a los demás y pretenden pasar por sabios, a los que son insolentes y pretenden pasar por valientes, a los delatores que pretenden pasar por rectos”(XVII,24) o, también como lo indica la Lic. Rebeca Vásquez, en su artículo publicado en la revista Viajera de Venezuela, se refiere “Con esto estamos ante una situación que nos ubica en la definición de anarquía como un hecho político social, en la que ningún individuo ejerce poder o autoridad alguna sobre otros”.Estamos ante las puertas de un cambio y en nuestras manos está decidir, si nos orientamos hacia la anarquía como ideal deseable, o como un caos a evitar. Según sea nuestra decisión, debemos tomar acciones concretas para conocer a quién estamos facultando para gobernar y pasar a ser protagonistas activos, sentando las bases del inicio del verdadero país que queremos y que puede llegar a ser en el futuro, sólo si se dan pasos firmes para ello. Esta es una forma de gerenciar nuestra vida. Debemos ser diferente, la solución está en el interior de cada persona.



César L Nahmens.

¿Hasta cuando?....Líder.









Según el diccionario de la Real Academia Española, el líder “es la persona a la que un grupo sigue reconociéndola como jefe u orientadora. También a la persona que va a la cabeza de una competición deportiva”. Otros, más arriesgados, definen al líder como aquel que posee las cualidades para emplear en la práctica, una serie de herramientas para lograr un objetivo. Esto sin mencionar el número de horas hombre que se usan para la orientación, educación y señalamiento de los pasos a seguir para ser un líder.Ahora bien, te has preguntado: ¿Quién te lo dice? Porque el simple hecho de que alguien haya conquistado una meta, no implica necesariamente que sea un líder. Esto, por aquello correspondiente a las cualidades positivas, como por ejemplo, ser un buen comunicador, honesto o generoso; ni tampoco por la tradicional eliminación de las supuestas cualidades negativas. Considero que esto, tampoco hace a un líder.Si nos detenemos a observar a nuestro alrededor, colocándonos como verdaderos observadores, identificamos la cruda realidad de una sociedad hipócrita, que en el mundo de las motivaciones, la política, la economía, el liderazgo, la religión institucionalizada, no es más que una representación de lo que usted y yo sabemos; y es que cada quien interpreta las cosas según su mundo y paradigmas. Esto nos lleva a tal grado de superficialidad, que es interpretada por los tantos autores y sus respectivos libros; y al final, ¿Estamos mejor o peor?Mire a su alrededor. ¿Qué observa? Y lo que observa, ¿Le parece bien? ¿Acaso esto no fue creado por un líder? Y si fue así, ¿Quién fue ese líder? No fue un ser humano como usted y como yo. Entonces, ¿Qué pasa con el mundo? Porque con tantas herramientas y técnicas, tenemos la percepción de que va a explotar.Hay quienes indican que la vivacidad o tecnología por si solos no son suficientes para adaptarse al mundo cambiante de hoy y, nos rematan indicando, que la productividad personal que usted va a aprender lo llevará tan lejos como quiera llegar.¿A dónde queremos llegar? Vea a su alrededor. ¿Qué opina? ¿Dónde cree usted que está el verdadero líder?Confusio (551-479 A.C.), el más famoso de los filósofos chinos quien vivió en la época de la Dinastía Zhou, en un período marcado por la decadencia y la inestabilidad, quien en la mayor parte de su existencia la dedicó a transmitir sus ideas reformadoras en su libro titulado “La Virtud de saber Dirigir”, nos entrega ciertas pistas que nos pueden ir acercando a obtener una respuesta. Dijo el Maestro: “No instruir sobre la vida a un hombre capaz de comprenderla es perder a un hombre. Instruir a alguien que no es capaz de comprenderla es desperdiciar las palabras. Se conoce al sabio porque no pierde hombres ni desperdicia palabras”Peter M. Senge, en su libro “La Quinta Disciplina”-que ya se habla de una sexta-, nos orienta a cerca de una nueva visión, donde el líder debe centrarse en tareas más sutiles e importantes: “En una organización inteligente, los líderes son diseñadores, mayordomos y maestros. Son responsables de construir organizaciones donde la gente expande continuamente su actitud para comprender la complejidad, clarificar la visión y mejorar los modelos mentales compartidos; es decir; son responsables de aprender” Extraordinaria virtud. Más adelante nos indica el autor: “Esta nueva perspectiva es vital, porque sino las organizaciones inteligentes serán sólo una buena idea, una visión interesante, pero lejana, a menos que la gente tome la decisión de construirlas”.De acuerdo a esto, entonces ¿Cuántos líderes necesitamos? Bueno, entiendo que todos estamos llamados a esto, lo del liderazgo; pero ¿Qué debería liderizar usted antes de pretender liderizar a los demás?Liderizarse a usted mismo en cuerpo, mente y alma. Luego, si le sobra tiempo, piense en los demás.

César L Nahmens.



Somos culpables?.











Parece increíble que hayan transcurrido 40 años de esa publicación en el diario “Tribuna Popular” y que las condiciones sean exactamente las mismas. Más aún, son las mismas condiciones de las que hablaba Arturo Uslar Pietri en su artículo del año 1936, cuando por primera vez habló de “Sembrar el Petróleo”.A pesar de los avances, y de la experiencia, todavía estamos en el mismo sitio; en cuanto a desarrollo se refiere. Eso sucede; a mi juicio; porque el problema de fondo no se ha resuelto y, a juzgar por los hechos, no se va a resolver en un mucho tiempo de seguir con el rumbo actual.Cuando aparece el petróleo en Venezuela, éramos una población mayormente campesina y con ninguna experiencia en algo tan maravilloso como el petróleo; y esta transición de la Venezuela agrícola a la Venezuela petrolera, se dio sin preparación alguna; es decir; un buen día se descubre el petróleo y los encargados del destino del país no tomaron la previsión de dedicarse, además de explotar al recién llegado, a educar a la población.La educación que menciono, se refiere no sólo a la formación en las aulas de clase, que es primordial para el desarrollo de cualquier país, sino que incluye la generación de conciencia en la población de que este recurso, con el que nos premió la naturaleza, ciertamente era el pasaporte, la vía más expedita a un país rico; pero esa riqueza había que producirla aprovechando la bonanza de los altos ingresos petroleros para desarrollar otras áreas y poder disfrutar de una abundancia sustentable en el tiempo.En vez de esto, se propagó como especie de virus, la instauración de una conducta parásita, que nos convirtió en seres incapaces de contribuir con el desarrollo del país y, muy por el contrario, el petróleo se convirtió en un foco de poder y de riqueza mal distribuida, en el sentido de que no se atendieron necesidades básicas de la población, lo cual ha desencadenado en una sociedad pobre, donde la mendicidad y los niños de la calle conforman el escenario de ciudades, pueblos, caseríos, etc, como evidencia de la gran deuda social.El segundo evento importante para el país, como es la nacionalización del petróleo, ocurre de la misma manera: Sin preparación a la población, y esto es más grave aún, porque para esa época, ya no era la Venezuela ignorante de la existencia del petróleo; ya contábamos con experiencia como para prever, que el asumir el manejo del negocio del oro negro, suponía tanto el riesgo de seguir estancados en la misma condición de sociedad dependiente y rentista del momento, si no se hacía unos cambios en las estructuras políticas, sociales, económicas, culturales y educativas del país; como la oportunidad de saltar, en al menos una década, en llegar a ser un país desarrollado.A juzgar por los resultados, nadie se dio cuenta de esto, o nadie estuvo dispuesto a ocuparse del asunto y esto ha traído las consecuencias que ya conocemos.Sin embargo, no todo está perdido porque siempre es buen momento para comenzar; pero se deben dar paso firmes, ya que si bien es cierto que las medidas de emergencias conocidas como las misiones, surgidas para dar respuesta a la deuda social existente, están cumpliendo en cierta medida su cometido, también es cierto que son financiadas con los excedentes petroleros; Y que si en un corto plazo no se reformulan, para dar paso a cambios estructurales que puedan generar un desarrollo de la población en general y que ese desarrollo sea sustentable en el tiempo, lejos de hacer un bien se está generando una bomba de tiempo que puede ser más perjudicial que la solución propuesta inicialmente.En conclusión, la culpa no es del petróleo. La responsabilidad recae sobre quienes tienen en sus manos el poder para implantar los cambios necesarios en pro de un verdadero desarrollo. Y se debe apuntar a la raíz del problema: la educación.Esto es una cadena, el comportamiento de la sociedad afecta al Estado y el comportamiento del Estado afecta a la sociedad.


César L. Nahmens.